Sujétela bien por su minúsculo tentáculo

miércoles, 27 de marzo de 2013 § 0

- Vine - dijo ella - con la esperanza de que me desapareciese una fantasía hablando con usted. 
- ¡No lo haga y trátela con amor! - Exclamó Hilarius vehementemente -. ¿Qué otra cosa le queda? Sujétela bien por su minúsculo tentáculo, no permita que los freudianos se la arrebaten con zalamerías ni que farmacéuticos se la eliminen a fuerza de pócimas. Sea cual fuere, cuídela con cariño, porque si la perdiese, por ese pequeño detalle sería usted como los demás. Y empezaría a dejar de existir.


Thomas Pynchon - La subasta del lote 49

Nos las arreglamos para funcionar

jueves, 29 de noviembre de 2012 § 0






"Resulta muy extraño. Padecemos estos miedos terribles, profundos y constantes en torno a nosotros mismos y a la gente que amamos y, sin embargo, vamos de un lado a otro, charlamos con la gente, comemos y bebemos. Nos las arreglamos para funcionar. Nuestros sentimientos son profundos y reales. ¿Acaso no deberían bastar para paralizarnos? ¿Cómo es posible que sobrevivamos a ellos, al menos durante un tiempo? ¿Cómo es que nadie advierte cuán atemorizados nos hemos sentido la noche anterior o esa misma mañana?"



Don DeLillo - Ruido de fondo

Fragmento del poema de Pálido fuego

viernes, 19 de octubre de 2012 § 3

Creo que Nabokov quería que Pálido fuego fuese la obra por la que lo recordasen. Y es sin duda una novela bastante excepcional. Está compuesta de tres partes: un poemario póstumo escrito por un tal John Shade, los comentarios de su vecino Charles Kinbote, y un glosario de algunos términos y personas que aparecen en los comentarios. Si alguien lee el poema sin leer antes los comentarios, dará por supuesto que se trata de un breve recorrido por la vida de John Shade, y en definitiva, de una reflexión sobre la vida en general. Y sin embargo Kinbote, el comentarista, insiste en que Shade se inspiró en sus relatos sobre Zembla, su país de origen, para escribir los versos. Nabokov nos tiene acostumbrados a los narradores poco fidedignos: locos, mentirosos patológicos y hábiles deformadores de la realidad. Pero en Pálido fuego va más allá. Al principio, el lector se pregunta si realmente ese Charles Kinbote está bien de la cabeza, si esas "tan evidentes" conexiones que hay entre el poema y su querida Zembla no son más que un producto de su peligrosa imaginación. Luego empieza a sospechar que Zembla no existe. Y finalmente, acaba reflexionando seriamente sobre la posibilidad de que Kinbote y Shade sean sólo un artificio de un tercer autor para crear una compleja y caleidoscópica obra posmoderna. Un tercer autor que a su vez resultaría ser una una herramienta de Nabokov para engendrar una novela con diferentes capas de metaficcionalidad, capas del tipo Inception (?). No lo sé. Estoy segura de que Nabokov fue depositando la verdad ahí, en la novela, en forma de sutiles pistas, tal y como hizo con Lolita. Quizás detrás de algún anagrama. O incluso puede que la respuesta esté en el glosario. De todas formas, aunque nunca llegue a saber qué teoría es cierta, Pálido fuego seguirá pareciéndome brillante. Y creo que el poema es lo que más me gusta, en especial este fragmento:


Estoy dispuesto a convertirme en una florecilla
o en un moscón, pero a olvidar, jamás.
Y rechazaré la eternidad a menos que
la melancolía y la ternura
de la vida mortal; la pasión y el dolor;
la luz clarete de ese avión que desaparece
a la altura de Hesperus; tu gesto consternado 
cuando se han acabado los cigarrillos; la manera
en que sonríes a los perros; la huella de baba plateada
que dejan los caracoles en las piedras; esta buena tinta,
                                        [esta rima,
esta ficha, este delgado elástico
que cae siempre en forma de ocho,
estén en el cielo a disposición de los que acaban de
                                 [morir
almacenados en sus cajas fuertes a través de los años.

PJ Harvey y Nick Cave, una pareja de perturbados

martes, 9 de octubre de 2012 § 2


El mundo de la música está lleno de parejas icónicas: desde John Lennon y Yoko Ono hasta Kim Gordon y Thurston Moore. Para mí, una de las más interesantes es la que formaron PJ Harvey y Nick Cave. Mientras PJ Harvey escribía una canción sobre una madre que ahogaba a su hija, Nick Cave preparaba un álbum cuyas canciones trataban exclusivamente sobre asesinatos y sus consecuencias. 

Obviamente, ninguno de los dos es un perturbado. Sin embargo, a ambos les rodea un extraño halo de melancolía y tortuosidad. Hay una oscuridad inherente a su música, y eso me encanta, para qué negarlo. Se conocieron precisamente durante la grabación de Murder Ballads (1996), un disco compuesto de fábulas macabras. PJ declaró que admiraba el trabajo de Cave y que sería interesante conocer a alguien que perteneciese al mismo planeta musical, y gracias a un guitarrista de los Bad Seeds, acabó colaborando y cantando una canción de Murder Ballads con él. La canción se llama "Henry Lee" y habla sobre una mujer que apuñala a su enamorado porque no se quiere acostar con ella. Nick Cave declaró que durante la grabación del videoclip no había nada ensayado, que fue un rodaje improvisado de una sola toma y que PJ y él casi ni se conocían por aquel entonces. Pues bien, que cada uno vea el videoclip y juzgue por sí mismo. 


Ellos nunca confirmaron su relación, pero Nick Cave más tarde confesó que algunas de las letras de The Boatman's Call (1997) reflejaban sus sentimientos tras su ruptura sentimental con ella ("West Country Girl", "Black Hair" etc). En "People ain't no good", de ese mismo disco, Cave canta: "Envía una docena de lirios para nuestro amor, envía un ataúd de madera para nuestro amor".

PJ Harvey (que por cierto, hoy cumple 43 años) me parece una diosa. Es una artista muy completa, y no sólo porque es multiinstrumentista. Ha pasado por el grunge, el rock visceral, el rock experimental, el folk, e incluso en uno de sus discos se atrevió a tocar el piano a pesar de su falta de experiencia con este instrumento. Su último disco, Let England Shake (2011), está parcialmente inspirado por sus sentimientos de impotencia y enfado hacia conflictos como las guerras de Irak y Afganistan, y aborda temas como el imperialismo y el orgullo nacional. Es considerado por muchos el mejor álbum del año pasado. Ella afirma estar influenciada por Joyce, T.S. Eliot, Yates y Ted Hughes (entre otros) a la hora de escribir sus letras, y la verdad es que escuchar sus entrevistas resulta estimulante. Por eso, creo que no podría tener más razón cuando en "Henry Lee" le canta a Nick Cave: "no encontrarás a otra chica en éste maldito mundo que se pueda comparar a mí". 

Aunque lo cierto es que cuando escucho "Into my arms", me doy cuenta de que PJ Harvey también tuvo suerte de encontrarle a él. Al fin y al cabo, es la inspiradora directa de esta canción tan dolorosamente bonita cuya primera estrofa por sí sola ya es demoledora:

"Yo no creo en un Dios intervencionista,
aunque sé, cariño, que tú sí.
Pero si lo hiciera, me arrodillaría y le pediría
que no interviniera en lo concerniente a ti,
que no tocara un pelo de tu cabeza,
que te dejara tal como eres,
y que si sintiera que tiene que dirigirte,
entonces te dirigiera a mis brazos."



Mis películas corales favoritas (que casualmente son las de casi todo el mundo)

sábado, 6 de octubre de 2012 § 0

Con "películas corales" no me refiero solamente a películas con grandes repartos, sino a ese  tipo de cine en el que se presentan diferentes historias y personajes (en un principio independientes) que acaban entrecruzándose en el clímax de la obra. Algunas veces las diferentes historias colisionan en forma de brutal accidente y otras veces sólo las une un vínculo débil. En estas películas no hay protagonistas, y debido a sus enormes repartos, cada actor aparece poco tiempo en pantalla. Eso podría inducirnos a pensar que es imposible profundizar en los diferentes personajes, pero la verdad es que en mi opinión, la mayoría de los personajes que aparecen en las películas de esta lista son bastante más tridimensionales e interesantes que los de otro tipo de películas. Imagino que no debe de ser fácil escribir un guión sólido en el que la acción resida en diversas crónicas cotidianas. Para mí, lo más interesante es la manera en que el punto de convergencia es revelado lentamente a la audiencia. Porque de hecho, todo está interconectado, todo es una gran red descomunal,  y quizás hoy han atropellado a tu gato porque un señor sudafricano fue despedido de su trabajo hace cinco semanas, y de alguna manera ese inesperado despido ha tumbado la primera pieza de un gran dominó palpitante (esto me ha quedado muy rimbombante, lo siento), y tras una serie de pasos intermedios, ha provocado que ese coche enloquecido pasase por esa misma calle exactamente en el mismo instante en el que tu pobre gato cruzaba desprevenido la carretera. O quizás es al revés y un señor sudafricano será despedido porque alguien atropelló a tu gato. Pero claro, eso nunca lo sabrás. 

El problema de estas películas es que el espectador puede acabar prefiriendo unas historias a otras o incluso que algunas le sobren y le aburran. Eso es exactamente lo mismo que pasa en las novelas que van alternando capítulos de diferentes personajes. 

Esta lista contiene básicamente las películas que uno encuentra cuando busca en Google "película coral". Me gustan mucho, pero tampoco soy una experta en la materia, así que en esta entrada no te toparás con grandes sorpresas. Ya está todo aclarado. Pues bien, empecemos.


Vidas cruzadas. Robert Altman. 1993.

Es sin duda la primera película que a uno se le ocurre cuando piensa en cine coral (el título en español ayuda) y probablemente el paradigma de esta estructura cinematográfica. Está inspirada en nueve relatos y un poema de Raymond Carver (el ídolo de Haruki Murakami). En ella aparecen nada más y nada menos que veintidós personajes, así que a pesar de que la película dura unas tres horas, cada personaje sale en pantalla relativamente poco. Vidas cruzadas explora temas como la infidelidad y la muerte, y por supuesto, el papel que tiene la suerte en nuestras vidas. Aparecen varias celebridades que por aquel entonces no eran demasiado famosas, como por ejemplo mi querida Julianne Moore o Robert Downey Jr. Jack Lemmon tiene un papel sorprendentemente pequeño y Tom Waits también aparece, pero lamentablemente, y al igual que en Drácula de Francis Ford Coppola, no canta en ningún momento de la película. Aunque si se hubiese puesto a cantar en Drácula habría sido un poco raro, la verdad. E interesante. 


Amores perros. Alejandro González Iñárritu. 2000. 

Amores perros es la ópera prima de Alejando González Inárritu, y algunos la consideran la Pulp Fiction mexicana. Catapultó la carrera de Gael García Bernal y fue nominada al Oscar como "Mejor película de habla no inglesa". La película es un tríptico, y un trágico accidente de coche en Ciudad de México conecta las tres historias: un adolescente que decide ganar dinero en peleas de perros para poder escaparse con la mujer de su hermano, una modelo española que siente un enorme afecto por su perro, y un hombre que vive rodeado de perros callejeros y sobrevive realizando encargos a mafiosos. Además del accidente de coche, hay otro vínculo que une estas tres historias: los perros. 


Love Actually. Richard Curtis. 2003. 

Richard Curtis fue el guionista de las que podrían ser conocidas como películas Hugh Grant: Cuatro bodas y un funeral, Notting Hill y El diario de Bridget Jones. En 2003 dio un pasó más y se atrevió a dirgir. El resultado fue esta comedia romántica de historias entrecruzadas situada en una Inglaterra en época navideña. Y por supuesto, también sale Hugh Grant. Sí, algunos quizás piensen que no se puede comparar con las otras películas de la lista, pero yo personalmente no me canso de verla. Además, Rowan Atkinson hace un cameo estelar. 


Crash. Paul Haggis. 2005. 


Crash se situa en Los Ángeles, poco después del hundimiento de las Torres Gemelas. La historia empieza con accidente de coche a gran escala en el que se ven implicadas varias personas. El resto de la película es un flashback que nos muestra las vidas de esos personajes y los problemas a los que se enfrentan el día antes del accidente. Crash nos habla de las tensiones raciales y religiosas que afectan las vidas de los habitantes de los Ángeles, una ciudad con un mix cultural bastante importante. Ah, y la canción de los créditos (In the deep de Bird York) es genial.


Y por fin llegamos al top 3 (en ningún orden especial):


Pulp Fiction. Quentin Tarantino. 1994.


No, no me he olvidado de Pulp Fiction. Se trata probablemente de la obra maestra de Tarantino y una de las películas más referenciadas de la historia. Pulp Fiction forma un círculo perfecto: empieza en una cafetería y acaba en la misma cafetería instantes después. De hecho, si nos fijamos bien, en la primera escena podemos ver a Jules y a Vincent. La película está divida en diferentes capítulos que no están necesariamente ordenados cronológicamente (típico en Tarantino). Diálogos sublimes, una banda sonora genial, un baile mítico (¿y una violación mítica?), un maletín misterioso... No hace falta que siga, ¿verdad?


Magnolia. Paul Thomas Anderson. 1999.

Nadie pone en duda que Paul Thomas Anderson, además de ser el director de cine más guapo de la historia, es un genio. Es probable que esté en el top 3 de directores vivos. Y quién sabe, quizás ocupando el puesto número uno. Con sólo 28 años escribió el guión de esta película que significaría su consagración definitiva como cineasta. Magnolia empieza contándonos al estilo Zelig tres pequeñas e introductorias crónicas sobre la casualidad, elemento que influirá en las vidas de los personajes de las nueve historias paralelas de las que consta la película. Magnolia está plagada de referencias bíblicas, de autoreferencias y de escenas bastante crípticas. Paul Thomas Anderson probablemente se inspiró en Vidas cruzadas para escribirla, es más, creo que le dedicó Pozos de ambición a Robert Altman, que había fallecido el año anterior. Las actuaciones son espectaculares, en especial la de Tom Cruise y la de Julianne Moore. Iba a decir que el guión es una obra maestra, pero absolutamente todo en esta película lo es, así que me limitaré a citar una frase que mencionan varias veces algunos personajes a lo largo de la cinta: "Quizás nosotros hemos acabado con el pasado, pero el pasado no ha acabado con nosotros". 


Babel. Alejandro González Iñárritu. 2006.

Según la Biblia, los hombres pretendían construir una torre para alcanzar el cielo, y Dios, para evitarlo, descendió y dijo lo siguiente: «He aquí que todos forman un solo pueblo y todos hablan una misma lengua, siendo este el principio de sus empresas. Nada les impedirá que lleven a cabo todo lo que se propongan. Pues bien, descendamos y allí mismo confundamos su lenguaje de modo que no se entiendan los unos con los otros». Y de eso trata precisamente Babel, de los problemas que surgen porque somos incapaces de comunicarnos. Narra cuatro historias, cada una situada en una parte del mundo (Estados Unidos, México, Marruecos y Japón), todas ellas conectadas. Mi favorita es la de Chieko, una japonesa sordomuda. Sí, Alejandro González Iñárritu es un apasionado de las películas corales. Aún no he visto 21 gramos, y creo que también pertece a este género. Babel estuvo nominada a varios Oscar (nominaron muy merecidamente a Rinko Kikuchi y a Adriana Barraza como mejores actrices secundarias), y aún así, tengo la sensación de que está infravalorada. La escena final es una de las más preciosas que he visto en mi vida (no me gusta mucho utilizar la palabra "precioso", pero esta escena realmente lo es). Empieza a sonar Bibo no aozora de Ryuichi Sakamoto, la cámara se aleja mostrando algunos rascacielos de Japón, y el espectador piensa: "Oh, la humanidad". 

Transcripción de mi conversación imaginaria con David Foster Wallace en la Logia Negra

miércoles, 3 de octubre de 2012 § 0

David Foster Wallace en la Logia Negra ataviado en su habitual look tenístico (¿o escatoniano?)


ALICIA: ¿David? ¿De verdad eres tú? Creía que el enano de Twin Peaks se iba a manifestar de un momento a otro, pero me alegro de que seas tú quien esté aquí. Sólo espero que no empieces a hablarme al revés o a disertar sobre chicles.
DAVID: La Academia Americana de Medicina de Urgencias lo confirma: entre una y dos docenas de hombres adultos ingresan todos los años en urgencias después de haberse castrado a sí mismos.
A: Me lo temía.
D: Normalmente con utensilios de cocina y a veces con cortaalambres.
A: ¿No vas a ponerte a bailar?
D: ...
A: Debes de estar cómodo. Eres un gran fan de David Lynch. Es más, estuviste en el rodaje de Carretera Perdida.
D: La primera vez que puse mis ojos sobre el verdadero David Lynch en el set de la película, él estaba orinando sobre un árbol. 
A: ¿Ha ejercido bastante influencia sobre tus libros de ficción, verdad? Por ejemplo, la escena de La broma infinita en la que suena la voz de Linda McCartney mientras alguien cose un ojo me parece especialmente lynchiana.
D: Lynchiano refiere a una particular clase de ironía donde lo muy macabro y lo más mundano se combina de tal manera que revela la contención permanente del primero en el segundo.
A: Tiene gracia. Este verano estuve en París y quise ver el Club Silencio. Por fuera, obviamente. Creo que sólo te dejan entrar si eres un artista bohemio y rico, lo cual resulta un poco paradójico. Bueno, el caso es que me encaminé hacia la dirección que ponía en internet y me encontré con nada más y nada menos que un supermercado Día. Sí. Pero al lado había un portal negro y misterioso con una columna de madera que interpreté como un guiño a Twin Peaks, así que supuse que eso era el Club y empecé a hacerme fotos en frente de esa enigmática puerta, y mientras me las hacía, me sentía extrañamente conectada a David Lynch. Cuando llegué a casa descubrí que el Club en realidad estaba en la otra esquina, en un local que había descartado porque exteriormente parecía demasiado cutre y pequeño, pero la verdad es que fue bonito hacerse fotos con tanto amor en frente de lo que probablemente era el portal o el garaje de un edificio de oficinas cualquiera.
D: ...
A: Aunque creo que las películas de James O. Incandenza me gustan incluso más que las de Davi... ¿Por qué ese hombre está cantando una canción sobre árboles?
D: ...
A: ...
D: ...
A: ¿Es cierto que una vez le dijiste a Jonathan Franzen que tu único propósito en la Tierra era poner tu pene en el máximo número de vaginas posible?
D: No me defenderé de la acusación de que besar a una chica de carne y hueso no es precisamente mi manera preferida de relacionarme con el sexo contrario. No es una cuestión de aprensión, no tiene nada que ver con aquello que escribió alguien de que besar a alguien es como chupar una tubería cuyo otro extremo está lleno de excrementos.
A: Me parecen indignantes los comentarios que Franzen y Bret Easton Ellis han hecho sobre ti. Easton Ellis me da igual, pero creía que Franzen era tu amigo. ¿Sabes? Me parece que ha hecho esas acusaciones tóxicas porque te tiene envidia. Él es un buen escritor, por supuesto, pero nunca podrá escribir como tú. Y lo sabe. Hay gente que dice que él es el actual gran novelista americano, y sin embargo, David, ese puesto te corresponde a ti.
D: ...
A: Cuando llevaba dos o tres páginas de La broma infinita, tuve que volver a empezar porque no me había enterado de nada. Minutos más tarde acabé el primer capítulo y me fui a la cama con la sensación de que lo que acababa de leer era de lo mejor que había leído en mi vida. Mi cabeza explosionó literariamente hablando. Y sólo era el primer capítulo. Al cabo de dos meses, cuando acabé el libro, ya había trozos de mi cerebro esparcidos por toda la casa y dentro de algunos trenes.
D: ...
A: No te lo voy a negar, era inevitable sentir miedo al observar semejante criatura mastodóntica de nada menos que 1200 páginas y letra microscópica. Pero me enamoré. Me enamoré de sus 300 páginas de notas dentro de otras notas, de sus interminables listas de drogas y sus efectos, de sus muertes tragicómicas, de ese deporte en el que las pelotas representan cabezas nucleares y cuyos jugadores tiene que saber integrar, de sus títulos de capítulo más largos que el propio capítulo, de ese chico superdotado que además de aprenderse el diccionario de memoria y ser una promesa del tenis juvenil sufre disociación psicológica, de ese brillante y triste director de cine, de esos terroristas en sillas de ruedas, de esa chica velada que trabaja como presentadora de un tétrico programa radiofónico, de esa película que resulta ser un arma de destrucción masiva. Es el libro más extraño, fascinante e impenetrable que he leído nunca. Y eso que hay un montón de cosas que se me escapan.
D: ...
A: Me parece que cuando iba por la mitad aún no sabía de qué iba la novela exactamente. Pero ahora creo que trata sobre la adicción y la depresión. Hay momentos cómicos, claro, sino no sería un libro tuyo, y no obstante está impregnado de un profundo sentimiento de tristeza y pérdida. Tristeza a nivel estomacal, como dirías tú.
D: Tranquilizantes suaves: Valium III y Valrelease, el viejo Xanax, digno de toda confianza, Dalmane, Buspar, Serax, incluso Halcion1 (aún legalmente disponible en Canadá, aunque parezca increíble).
A: ¿Sabes que hablando no puedes utilizar notas a pie de página, verdad?
D: ...
A: Una de las cosas que más me gustan de tus novelas son esa especie de juegos metaliterarios en los que los personajes de dentro del libro explican y comentan sus propios relatos o los de otros personajes. Y normalmente esos relatos son extraños y extremadamente tristes, como por ejemplo el de la chica que está destinada a tener una rana viviendo en su cuello.  David, esa historia me afectó demasiado.
D: ...
A: Escribiste un relato en el que uno de los personajes, que parece ser tu alter-ego, escribe una historia sobre un personaje llamado Dave que probablemente es a su vez su alter-ego, es decir, tu doble alter-ego. Y a ese personaje lo meten en la cárcel, lo violan y le hacen de todo. ¿Qué querías decirnos con ese relato, Dave?
D: ...
A: Yo hace unos años también escribía historias raras y ridículamente tristes, pero no te las voy a contar porque casi todo lo que escribo al cabo de doce horas me parece patético y mal escrito.
D: Pero yo estoy muerto.
A: Ya. Sigue siendo lo mismo.
D: ...
A: ...
D: ...
A: Cuando me enteré de que tu novia no había acabado de leer tu nota de suicidio porque era muy larga, tenía muchas notas a pie de página y contenía demasiadas digresiones, tuve ganas de reírme y de llorar. Notas a pie de página en una carta de suicidio. Seguiste fiel a tu estilo hasta el final. 
D: Alex Jordan es famosa por haber dirigido su nota de suicidio a su pájaro.
A: En el instante en el que moriste se cerró una especie de portal al que sólo tú podías acceder. Podías detectar una dimensión imperceptible para todos los demás. 
D: ...
A: ¿Es verdad que la mayor parte de Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer es en realidad ficción y que te pasaste casi todo el viaje en crucero encerrado en el camarote?
D: ...
A: ¿Intentaste matar al marido de Mary Karr con un revolver que pretendías conseguir a través de uno de tus excompañeros de Alcohólicos Anónimos?
D: Creo que Los Simpsons son arte. Pero por otro lado, en mi opinión, son despiadadamente corrosivos para el alma, y todo es parodiado y ridículo. Quizás soy viejo, pero después de ver una hora de la serie tengo que salir a mirar una flor o algo por el estilo.
A: A veces me siento como algunos de tus personajes, como si yo no fuese lo suficientemente real o como si todo lo demás fuese menos real que yo. Pero no sé si es por culpa de tus libros o si ellos son sólo un catalizador. Quizás tu ex-novia tenía razón y sería más interesante ser un personaje de ficción que uno real.
D: Volví a experimentar el número total de pasos, movimientos, respiraciones y pulsaciones involucrados. Luego la cantidad de veces que tendría que repetir el mismo proceso día tras día, bajo todo tipo de luces, hasta mi graduación, y luego vuelta a empezar el mismo proceso agotador de entrada y salida en algún dormitorio universitario y tenístico de algún otro sitio. Quizás lo peor de estas cogniciones se refería al increíble volumen de sangre que debía consumir en los días que me quedaban de vida. 
A: Sí. Aunque a lo mejor lo que a veces podría interpretarse como una grave crisis existencial adornada con razonamientos circulares es en realidad un triste síntoma del aburrimiento. ¿Y si existe una parte de la sociedad contemporánea que a pesar de tener todas las herramientas no sabe vivir y se pasa los días esperando encontrarse una oreja en el suelo como Jeffrey Beaumont que le conduzca hacia un laberinto de intrigas y sadomasoquismo?
D: Si tu coche no funciona es un problema de lenguaje. 
A: No sé, David. Quiero decir, ahora estoy aquí hablando contigo aunque estés muerto, y el señor que antes cantaba ahora ha empezado a bailar una danza tribal, y tu cara se está arrugando, y aún así, la realidad no es mucho menos extraña que ésto.
D: Hay dos peces jóvenes nadando y sucede que se encuentran con un pez más viejo que viene en sentido contrario y que les saluda con la cabeza y dice “Buenos días, chicos. ¿Cómo está el agua?” Y los dos peces jóvenes nadan un poco más y entonces uno de ellos se vuelve hacia el otro y dice “¿Qué diablos es el agua?"
A: Exacto. Tú sí que me entiendes. ¿O sea que la vida es más o menos una broma finita?
D: ...
A: ...
D: ...
A: Oye, ¿tú veías The Wire, no? ¿Está muy bien, verdad? Empezaré a verla pronto.
D: ¿Pero qué clase de conversación lynchiana es ésta?
A: ...
D: ...
A: ...
D: ...
A: Creo que te quiero.
D: ...
A: Te veo borroso, Dave.
D: ...
A: ...
D: ...
A: ...
D: ...
A: Me parece que tengo miedo de absolutamente todo lo que existe.
D: Entonces sé bienvenida.


FIN DE LA TRANSCRIPCIÓN





1. Dos hallazgos clínicos reportados que ocurrieron después de dos semanas de administración nocturna de hipnóticos benzodiazepínicosa de rápida eliminación:
      1. Aumento de la vigilia durante la última tercera parte de la noche.
      2. La presencia de ansiedad durante el día después de 10 días de tratamiento continuo.

a. Obviamente está hablando del Halcion. 


***
La mayoría de las intervenciones de DFW son evidentemente citas suyas o extractos de sus libros. Ya me gustaría haberlas escrito yo.